¿Por qué es
importante el Planeamiento Estratégico? ¿Por qué debemos elaborar un Plan, sea
para nuestra organización, o para nuestra vida? ¿Por qué seguir los pasos del
Planeamiento Sistémico?
En este artículo,
te demostraré porqué es importante elaborar un Plan Estratégico, o dicho de
otra manera qué beneficios aportarían a tu organización o a tu vida.
1.
Responde las Preguntas Trascendentales: ¿Quién
Soy? ¿A dónde voy?
Nos brinda un sentido como
organización o como personas. La Misión determina qué somos –y como dijo el
filósofo alemán Nietzsche, nosotros somos lo que hacemos-. La Misión responde
qué hacemos, para quién lo hacemos, cómo lo hacemos y porqué lo hacemos, y
también qué no hacemos.
Por su parte la Visión, nos dice
a dónde vamos, o cuál es el cambio que queremos obrar en nuestra organización,
en la sociedad o en nosotros mismos.
2.
Simplifica el proceso de toma de decisiones: Qué
Hacer y qué no hacer.
Los principios y valores son
elementos de la parte filosófica de un Plan Estratégico. Los Principios, es el
sustento lógico, son las leyes naturales, y los Valores representan el aspecto
ontológico. Ante una situación en la que se debe tomar una decisión, es
necesario tener en cuenta estos dos elementos, plantearnos la interrogante si
nuestra elección es posible de llevarlo a cabo, o si atenta cono nuestros
valores, de esta forma reduciremos nuestro espectro de opciones, por lo cual
será más fácil tomar una decisión.
El planeamiento estratégico,
mediante el diagnóstico situacional, nos permite conocer nuestros puntos
fuertes (Fortalezas) y nuestros puntos débiles (Debilidades), y ya conocemos
gracias a Freud los beneficios del autoconocimiento.
Así también, afina nuestro
sentido del olfato para identificar las oportunidades y las amenazas; y como
insinuó Miyamoto Musashi, el que controle el entorno obtendrá la victoria.
4.
Sirve de Manual de Instrucciones: Cómo hacerlo.
Luego de realizar nuestro diagnostico
situacional, debemos preguntarnos qué debemos para hacer realidad nuestra
Visión. La respuesta a esta pregunta serán nuestros Objetivos. Los Objetivos se
desglosan en Metas, y las Metas en Actividades.
El árbol invertido formados por los Objetivos, Metas y Actividades nos
servirán de guía para la consecución de nuestra Visión.
En cierta ocasión Napoleón dijo
que los recursos del Estado deberán estar subordinados a la guerra. Napoleón
hablaba de la Guerra Total. Ampliando este concepto podemos decir que nuestros
recursos deben estar subordinados a nuestra Misión y Visión. A esto también se
le llama enfoque. El Planeamiento Estratégico no sólo nos permite definir un
número limitado de objetivos, sino que también evita que desperdiciemos
recursos en actividades ajenas a nuestra Misión y Visión.
6.
Determina Prioridades: Qué hacer primero… y
luego.
Todo automóvil necesita gasolina
para andar. Qué necesitamos, cuánto, dónde, cómo y cuándo, son aspectos que se
deben tener en consideración si queremos que nuestro plan eche andar. Incluso,
debemos considerar en dónde y cómo consigo los recursos que necesito.
Sin embargo, es necesario
recalcar que la obtención de recursos no debe ser confundida con nuestro
objetivo, aunque muchas veces por la importancia que cobran se les debe prestar
especial atención (ahora bien si pertenecemos a un grupo que tiene como misión
recaudar ingresos para una causa benéfica, nuestro objetivo principal será
obtener recursos).
8.
Factores Críticos de Éxito y Cuellos de Botella.
Pensemos en una red de
carreteras. Nuestras autopistas tienen una capacidad de 100 vehículos por hora;
sin embargo se entrecruzan en un nodo que sólo tiene capacidad para 80
vehículos por hora a esto se le llama cuello de
botella. Si quisiéramos planificar el tráfico de esta ciudad lo primero
que tendríamos que hacer es subordinar el tráfico a esta restricción, esto al
menos en el corto plazo; para el mediano o largo plazo deberíamos pensar en
incrementar la capacidad de este cuello de botella.
9.
GPS: Señala la ruta y nuestro avance.
Pensemos en nuestro Plan
Estratégico como un mapa. En este documento podemos ver nuestro punto de
partida (la línea base de nuestros indicadores) y el punto de llegada (nuestra
Visión), y sobre todo en qué parte del mapa nos encontramos. ¿Nos encontramos
por buen camino o por lo contrario hemos perdido el rumbo? Si a esto le
agregamos
10.
War-room: Trabajar con escenarios.
Ya tenemos elaborado nuestro
Plan Estratégico y nuestro Diagnóstico Situacional, con estos dos elementos,
podemos jugar haciéndonos las siguientes preguntas: Qué ocurriría si no pudiera
neutralizar tal o cual amenaza, o repotenciar tal o cual debilidad; incluso
podríamos preguntarnos: qué ocurriría si perdemos tal o cual fortaleza, o si no
podemos aprovechar tal o cual oportunidad, o si aparece una amenaza inesperada.
Esto nos permitirá construir escenarios con el propósito de plantearnos
posibles líneas de acción futuras. Y si a esto le agregamos un mapeo de proceso, podríamos
incluso medir tiempos.